El pasado 6 de febrero fue un día especial-particular por dos razones: la primera, conmemoré una nueva vuelta al Sol; la segunda, fue un día que incluyó fatales movimientos telúricos.
Fue un evento propio de los meses intensos del año, como este y como lo será el próximo noviembre.
El terremoto que afectó a Turquía y Siria fue una de esas catástrofes que nos recuerdan películas como “2012” (2009), “El Día Después de Mañana” (2004) o “Moonfall” (2022); todas de Roland Emmerich.
Emmerich es un director con la singular habilidad de plasmar los posibles escenarios apocalípticos que podrían sobrevenir en un planeta como la tierra y hacerlo de una forma bastante realista.
Los argumentos científicos que siempre están detrás de los acontecimientos, hace que sus catástrofes adquieran una tenebrosa factibilidad. La magia del cine hace lo demás.
Cada director es un mundo, como tú o como yo.
Como Cristopher Nolan, quien hace un uso magistral del tiempo en sus narrativas, así como del mundo de los sueños y el “viaje” que este implica.
“Origen” o “Interestellar” son auténticas obras de arte. Desde el guion, los efectos, la historia, la música, la fotografía y demás ingredientes, todas las piezas suelen encajar a la perfección.
Claro, al ver una película así, al acabar nos puede invadir una sensación de “ya, heme aquí de nuevo en el mundo real.”
Si es una película de Emmerich, talvez nos haga sentir algo así como “bueno, después de todo el mundo no está tan jodido.”
La cosa es que cada película que hemos visto en nuestra vida, cada serie o telenovela (tele-culebra) ha incidido de alguna manera en nuestra programación, en nuestro sistema de creencias.
El cine nos influye poderosamente, impactando incluso el valor que le damos a nuestra vida. Algunas películas son como pesadillas mientras en otras nos gustaría entrar, como en “La Rosa Púrpura del Cairo”, de Woody Allen.
No obstante, podemos usar la magia del cine para crear y recrear nuestra vida.
Tu vida como obra de cine de autor
Lo maravilloso del cine, cuando lo juntamos con la iniciación, es que nos demuestra que tú puedes hacer de tu vida una obra de cine de autor.
Una obra donde tú eres el productor, el guionista, el director y, lo más importante, el actor-actriz protagonista.
El guion es tu deseo plasmado en papel después de haber concebido la idea.
Ahora, el director representa al número 6. Es la pasión dirigida, la energía enfocada en que cada escena salga como está estipulado en el guion (o mejor).
Este es un aspecto del proceso de crear tu realidad que analizo en la parte II del curso Manifiesta con el Código Divino Tesla 369, cuando toca hablar de los cuatro poderosos y su relación con los números 3, 6 y 9.
Puede que no te gusten las películas de Emmerich o de Nolan, puede que seas más de cine independiente y prefieras a David Linch, los hermanos Cohen o la clásica sangre redentora de Scorsese.
Puede…
Pero la posibilidad que tienes es la de convertirte de una vez en tu propia autoridad, en tu propio genio realizador en el set de tu vida.
Puede que te guste la idea, puede que no.
En los casos en que sí, para adentrarte en el fascinante tema de la manifestación acabo de lanzar un curso donde analizo la relación entre Numerología y manifestación, entre Nikola Tesla y Neville Goddard. Puedes ver los detalles, aquí:
Incluye regalo especial.
Mi regalo es para lectores, aprendices y maestros. Se trata de un regalo muy especial que daré a los que adquieran el curso de arriba: el acceso gratuito a mi Curso Avanzado de Numerología.
Un curso para adentrarte en este mundo mágico de los números, formas y arquetipos. Los detalles del regalo, aquí:
Usa el poder de los 4 poderosos y… ¡Que comience la aventura!
Amaury.
Imagen: Pixabay