Estamos en un momento histórico, planetario, donde parece que se caen todas las estructuras, se derrumba todo lo aparente.

L@s niñ@s, l@s adolescentes, han sido habituales quienes reclamaban autenticidad, coherencia, verdad a l@s adult@s.

Hoy, también l@s adult@s buscan y están deseosos de lo verdadero, lo auténtico. Estamos ya acostumbrándonos a ver en las redes mensajes tales como “sé tú mism@”, “muéstrate como eres”, “mejor natural que artificial”.

Sin embargo una cosa es proclamarlo y otra realizarlo. Es distinto anhelar ser auténtic@ que realmente sentir que puedo serlo.

¿Qué nos dificulta ser auténticos?

Antes que nada nuestros propios miedos.

Miedo a no ser aceptadod@s, a ser rechazad@s.

Miedo a no ser parte de nuestro núcleo, a perder nuestros afectos si nos mostramos tal como somos.

Miedo a dejar de pertenecer a nuestros grupos de referencia, si dejamos de cumplir sus expectativas.

Y en el fondo, miedo a perder identidad, que es un poco como morir.

Todo por falta de autoconocimiento.

No es tan fácil ser auténtic@ si no sé quién soy.

Para saber que soy realmente yo, tengo que saber quién soy yo.

Debido a la socialización, a nuestra educación, e incluso al propio proceso de encarnación, hemos adoptado un ropaje para poder adaptarnos y nos hemos ido desconectando de nuestro verdadero yo. Hemos olvidado nuestra esencia y por eso es difícil mostrarnos y sentirnos auténtic@s.

Es necesario un proceso de re-conocimiento, un mirarnos hacia adentro y reencontrarnos con nuestra esencia, reconectar con nuestro SER.

Por alguna razón, la mayoría de las personas tenemos la sensación de que si miramos a nuestro interior, nos vamos a encontrar un monstruo.

Quizás es una idea que se grabó en nuestro inconsciente al recibir esos mensajes de que ser como éramos no estaba bien, no era aceptado al cien por ciento. Nos corrigieron, nos limitaron, nos educaron o nos reprimieron.

Sin embargo, muchas personas que nos conocen a veces ven más de nosotros que nosotros mism@s. ¿No te ha ocurrido que varias personas te devuelven que eres de un modo que tú no reconoces o te cuesta verlo? Por ejemplo, a mí me dicen muchas veces que trasmito paz. Internamente yo veo de mí todo el barullo mental, las preocupaciones, tribulaciones. Pero esas personas están viendo más allá. Algo más esencial. Quizás si me animo y profundo en mí, me encuentro con esa paz. Y de hecho ha sido así. Trasciendo la mente parlante y llego a ese estado de paz, de profunda paz y me reconozco allí.

Piensa, ¿qué te han dicho a ti? Por ahí te dan pistas.

El mapa para llegar al tesoro

Las pistas que nos da el entorno que nos brindan a los demás, son valiosos. Pero a veces hace falta un mapa para encontrar el camino certero.

¿Te imaginas tener a la mano un mapa que te llevará a vivir la autenticidad que estás buscando?

El Eneagrama puede ser ese mapa. De hecho es un mapa y una brújula en el camino hacia la autenticidad. El eneagrama describe 9 personalidades y 9 esencias. O sea, te ofrece un conocimiento profundo de 9 máscaras o personajes y 9 cualidades del alma que te permiten encontrar quién eres auténticamente.

Y en ese recorrido te va dando pistas para que puedas identificarte y llegar a tu propia esencia. ¿Cuáles son esas pistas? Los aspectos que puedes observar en ti para reconocerte, para diferenciar el personaje de la persona, la apariencia de la esencia.

Por ejemplo:

  • Eventos marcantes en tu biografía
  • Patrones de comportamiento
  • Pensamientos recurrentes
  • Creencias
  • Mecanismos de defensa
  • Energía predominante (instintiva, emocional o mental)
  • Formas de respuesta habituales
  • Vocabulario característico
  • Estilo de comunicación y relacionamiento con los demás
  • Corazas musculares

Cuando encuentras el tesoro

“Es como un diamante con nueve caras con total pureza, que se nos otorga en el momento de la concepción y que se encuentra apoyado en una de esas caras, su base.

Para nosotros, la esencia nos acompaña inmutable durante toda la vida y su luz es inalterable. Sin embargo, se va cubriendo por capas creadas por nuestra personalidad y es necesario volver a ella para liberarnos y desarrollar nuestro potencial. Es decir, necesitamos pulir las nueve caras de ese diamante.

Como ese diamante está apoyado en una de sus nueve caras, nuestras actitudes partirán predominantemente desde esa cara o faceta.”[1]

Eneatipo

Personaje

Esencia

1

Iracundo

Serenidad

2

Orgulloso

Humilde

3

Vanidoso

Auténtico

4

Envidioso

Ecuánime

5

Avaro

Desapegado

6

Cobarde

Valiente

7

Goloso

Sobrio

8

Lujurioso

Inocente

9

Perezoso

Asertivo

Es mejor viajar acompañado

Con todas las pistas ya tienes un buen material para iniciar el viaje, pero seguramente, en solitario llegarás hasta cierto punto. Es mejor viajar en compañía, aunque el proceso interno sea individual.

Emprendiendo el viaje con el Eneagrama te encontrarás 9 tipos, llamados eneatipos, que describen tanto las características del personaje como de su esencia. Y todos habitan en ti, porque eres una totalidad. Por eso cada uno de los 9 te va mostrando aspectos de tu personalidad. Pero hay uno que es predominante en ti, es la apariencia que te da identidad y a la vez, la autenticidad detrás de la apariencia . Y la puedes descubrir identificándote o desidentificándote con cada uno de ellos.

En el viaje aprenderás :

  • a observarte sin juicios
  • para qué adquiriste esa forma de sentir, pensar y actuar
  • cuáles son las fortalezas y debilidades de tu forma de ser
  • cuál es tu mejor sendero de evolución

Y cuando viajas acompañado, siempre puedes celebrar con otr@s los  descubrimientos y los hallazgos.

Recomendaciones

  • Lleva en el equipaje coraje y amor. Para mirar todas las facetas de tu ser, integrar incluso lo que es incómodo y acoger la grandeza y luminosidad de tu esencia.
  • Mira los otros artículos de este blog que tratan sobre Eneagrama para ir aproximándote a tu autenticidad.
  • ¡Confía en tu proceso!

[1] https://eneaunydos.com.ar/que-es-la-esencia-en-el-eneagrama/

¿Quieres descubrir tu autenticidad en todas sus formas y colores?

Comienza un viaje transformador a través del arcoíris.

Sí, estoy list@ para ser YO
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