El Tarot suele asociarse a adivinación y futurología, sin embargo, es un mandala que recoge las energías arquetípicas que somos y que nos mueven. Esas imágenes extrañas tienen un poder que podemos descubrir.
El Tarot es un lenguaje sagrado con características afines a la Astrología. Los arcanos del Tarot son un conjunto de imágenes que recogen todas las experiencias psíquicas de la humanidad.
Funcionan como una especie de arquetipos vivos que residen en nuestro inconsciente colectivo. Sin embargo, ¿te has dado cuenta de que las personas reaccionan de forma diferente a la Astrología y al Tarot?
Mientras unas aceptan los dos enguajes, otras personas aceptan solo uno de ellos y rechazan el otro (normalmente, por desconocimiento; es el Tarot quien se lleva la peor parte...). E incluso hay personas que rechazan los dos. ¿Por qué? ¿Qué reacción despierta a nivel inconsciente cuando oímos "TAROT"?
El Tarot tiene asociado un carácter adivinatorio que parece difícil quitárselo.
Y esto no es porque el Tarot adivine o sirva para adivinar, sino porque el uso que se le ha dado a lo largo de los siglos es el de predecir el futuro.
Hoy encendemos el televisor de madrugada y seguimos viendo esta modalidad de Tarot, como si Tarot y adivinación fuesen equivalentes.
Sin entrar hoy en si el Tarot puede adivinar el futuro o no - ¡entre otras cosas habría que entrar a fondo en qué es el futuro! - el Tarot tiene una grandiosa aplicación terapéutica.
- Esas imágenes hablan de nosotros.
- Tú y yo podemos ser descritos por los Arcanos.
- Esos dibujos son representaciones de energías que nos mueven.
De igual manera que decimos de forma muy simplificada que una persona es Géminis, Leo o Piscis, hay personas "Carro", valientes, audaces, decididas.
Y personas "Colgado", pensativas, reflexivas, que se quedan colgadas o dependientes de algo a las primeras de cambio. Etc.
El Tarot nos habla y nos describe si sabemos leerlo, y lo hace con imágenes, colores, formas, miradas, palabras...
Todo muy femenino, en el sentido de que es el hemisferio derecho de nuestro cerebro, el creativo, el que más participa en la Lectura.
Volviendo al asunto de este artículo, ¿qué reacción tienes ante el Tarot?
- ¿Miedo?
- ¿Deseo y respeto?
- ¿Tontería?
- ¿Apertura pero comedida?
- ¿Amor?
Con mi compañera de vida, promulgamos desde hace años un Tarot Terapéutico práctico. Estamos comprometidos con él y afirmamos su belleza y valor como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal.
Me atrevería a decir que, así como la Astrología te muestra el orden y el motivo que hay detrás de nuestros actos, acontecimientos, etc., el Tarot te muestra el alma y el espíritu invisible que mueve las cosas.
Por eso la Astrología y el Tarot son Lenguajes Sagrados.
¿Sabes qué sentía yo cuando comencé a usar el Tarot?
Por una parte, una enorme curiosidad, y por otra sentía que estaba haciendo algo que sobrepasaba mi conocimiento. Qué sensación ahora al recordarlo... Tal cual. Era algo hecho para mí.
Mi historia con el Tarot surgió en la adolescencia, aunque yo ya tenía grabada la imagen del Arcano XIX, el Sol del Gran Tarot Esotérico. Lo había visto cuando me leyó una mujer mayor que le leía el Tarot a mi madre; imposible de olvidar.
Aquel encuentro fue como la conexión necesaria entre pasado y presente, descripción que me cuesta expresar con palabras. Como si ya nos conociésemos de algo, y tal y como presagiaba la lámina del Sol, viejas heridas habíamos de superar para construir algo nuevo y brillante.
Aquí lo dejamos por hoy...
¡Un Abrazo Mágico!