El Dr. Masaru Emoto, un científico e investigador japonés, realizó experimentos sobre la estructura y las propiedades del agua, y demostró como el efecto de determinados sonidos, palabras, pensamientos y sentimientos alteran la estructura molecular del agua.

Su trabajo se basó en la teoría de que el agua puede responder a estímulos externos, como palabras, música o pensamientos, y que estos estímulos pueden influir en su estructura molecular y, por lo tanto, en sus propiedades.

Cada uno de nuestros pensamientos, cada palabra y cada acto, constituyen una información que emitimos.

Emoto realizó una serie de experimentos donde expuso el agua a diferentes estímulos, como palabras escritas, música o imágenes, y luego congeló el agua para examinar los cristales que se formaban.

Según sus afirmaciones, encontró que el agua expuesta a estímulos positivos, como palabras de amor o música clásica, formaba cristales de hielo hermosos y simétricos, mientras que el agua expuesta a estímulos negativos, como palabras de odio o música discordante, formaba cristales deformes o sin estructura definida.

La técnica consiste en exponer el agua a distintos agentes, congelarla y después fotografiar los cristales que se forman con la congelación.

Las palabras emiten una vibración única a la cual el agua es sensible.

Cuando al agua se le muestra una palabra, esta la recibe como una vibración y expresa el mensaje de una forma específica.

El agua expuesta a palabras “GRACIAS” y “AMOR”, forman preciosos cristales geométricos, sin importar el idioma. Pero el agua expuesta a palabras degradantes da como resultado cristales deformes.

Todo lo que existe en este mundo vibra, por lo que la vibración es sinónimo de energía.

A través de la cristalización, el agua nos está diciendo que puede actuar como nuestro espejo, que puede reflejar el pensamiento humano. El agua tiene la capacidad de demostrarnos lo que no podemos ver. Esa misma agua también fluye por nuestro cuerpo y nutre todo tipo de vida en la tierra.

Con este experimento podemos aprender el poder que tienen las palabras y pensamientos. La vibración de buenas palabras tiene un efecto positivo en este mundo, por el contrario, la vibración de palabras negativas tiene el poder de destruir.

  • El agua nos demuestra el poder oculto de las palabras.
  • Las palabras son una expresión del alma.
  • Las palabras respiran VIDA.

Aunque los estudios de Emoto fueron recogidos con escepticismo por la comunidad científica, el Dr. Emoto argumentaba que estos resultados demostraban que el agua puede “programarse” con la información contenida en los estímulos y que esta información puede afectar su estructura y, por lo tanto, su calidad y propiedades.

También sugirió que esto podría tener implicaciones en la salud y el bienestar humano, ya que somos en gran parte agua y estaríamos expuestos a los efectos de la información contenida en el agua que consumimos.

El Dr. Emoto empleó varios métodos para su experimentación. Desde haces de luz proyectados sobre viales de agua con mensajes escritos sobre los mismos hasta dispositivos radiónicos en los que se colocaba tanto el agua como la información que se quería transmitir

Encontró que los dispositivos de radiónica permitían una mayor facilidad a la hora de la experimentación. También que se podían introducir distintas palabras positivas e incluso mensajes más largos con información ampliada.

El Dr. Emoto señaló que si el agua está presente en el organismo humano a unos niveles de entre el 60 y el 90 % (dependiendo de los diferentes órganos y partes), cuidar la calidad del agua y la información vibratoria que contiene, puede ser determinante tanto para el bienestar físico como psicológico.

La teoría radiónica coincide con el Dr. Emoto en las grandes posibilidades de utilización del agua programada.

Muchos usuarios emplean la radiónica para realizar una programación positiva del agua para su consumo, bebida de animales o incluso el riego de plantas. Para esta sencilla acción radiónica se pueden emplear desde ratios radiónicos (codificaciones), hasta colores, música, afirmaciones, homeopatía, suplementos y un largo etcétera de distintos elementos.

No olvide utilizar un dispositivo radiónico auténtico y de calidad para este tipo de operativa si quiere ver resultados factibles. Una vez más, las posibilidades de la radiónica resultan sorprendentes y muy prácticas.

Te invitamos a que veas este hermoso vídeo que explica este experimento:


¿Te gustó el artículo y quieres aprender más?
Contáctanos aquí.

Comparte esta publicación