Romper las ataduras de las lealtades familiares nos libera y nos permite reparar ciertas desarmonías presentes en el clan, de las cuales fuimos abanderados para corregir.

Una de las cosas que más nos ata en el momento de querer ser una mejor versión de nosotros, es la constante búsqueda de la aprobación de nuestro clan familiar. El ser socialmente aceptado por el grupo nos permite formar parte de él.

Cuando un animal en la selva es exiliado de la manada, queda expuesto a ser asesinado por su depredador y en cierto sentido eso es lo que nuestro inconsciente siente si nuestra "manada" nos hace lo mismo, por ese motivo estamos siempre tratando de mantener ese lazo y evitar su ruptura.

Gracias a esa lealtad, dejamos que ciertas acciones nos hagan daño y nos obliga a ocultar emociones socialmente no aceptadas por el grupo familiar generando una bola de nieve que crece lentamente hasta que en un momento, el alúd se nos viene encima, generalmente manifestado en una enfermedad del cuerpo.

Esta canción nos habla de este tema, de que es bueno empezar de cero y reevaluar nuestras vidas, buscando otros puntos de vista y nuevos planes de acción.

Entender que el amar debe comenzar en nosotros primero porque si no nos amamos y respetamos, como podemos pretender recibir ese amor y respeto de otros.

En la letra se vuelve a recalcar la importancia de vivir en el hoy, sin mirar atrás, para dejar del otro lado de la puerta los rencores y ataduras que nos cimentan en nuestros infiernos.

Colorear la vida con verdad, honrar la familia, buscar nuestra pasión y reconocer nuestro rol en el árbol es la consigna, la cual se ve acompañada por una fusión de ritmos latinos y aires flamencos.

Los invito a escuchar la canción, leer su letra, mirar su video y sobretodo BAILARLA!

0:00
/
Comparte esta publicación