El efecto de las ondas sonoras sobre la materia física genera en nosotros respuestas inconscientes e inmediatas. Por ello, el uso terapéutico de la música permite equilibrar la mente, reducir el estrés y la ansiedad, potenciar los sentidos, además de mejorar el sistema inmune y nuestros ritmos biológicos. Esta herramienta también promueve la comunicación, la creatividad, el aprendizaje; y puede mejorar nuestra memoria, atención y motricidad.
Volver al camino de regreso a nuestro Padre es recuperar la soberanía como Hijo de Dios, el cual solo nos da las bendiciones que siempre estuvieron para nosotros pero las negamos por obra de nuestras proyecciones y pensamientos de separación.
Todos tenemos el poder de superar los desafíos y renacer con una fuerza renovada.
Soldados en acción en este cambio inevitable, abramos nuestros corazones a la unidad y al amor que nos conecta.
Cuando somos niños y experimentamos situaciones emocionales impactantes para las cuales no contamos con los recursos necesarios para afrontarlas, se producen heridas en el aspecto emocional de nuestro ser interno, lo que podríamos denominar como el "niño interno".
Amarnos primero en forma incondicional, aceptando nuestra sombra como parte de nuestro camino de aprendizaje para poder amar a los demás de la misma manera.
Conectarse con nuestra intuición, es conectarse con nuestra alma, nuestro verdadero ser que está en planos superiores donde no existe la dualidad, donde hay solo unidad y todo es perfección.
