Cuando doy mis clases de Tarot, de Astrología, de Runas, de Péndulo y Radiónica o en mis charlas de los sábados, en donde abordamos diferentes temas, en especial sobre el estudio del I Ching, (que ha fascinado últimamente), hago mucho énfasis en que no se trata solamente de tomar unas horas de clase para conocer en profundidad y al detalle un tema y luego ir practicando lo aprendido, sino que también es importante hacer un trabajo de meditación en lo posible a diario, para producir un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila.
Durante la meditación, concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente provocándote estrés. Este proceso puede resultar en un realce del bienestar físico y emocional, pero como toda técnica mental, debe seguir previamente una serie de parámetros para que realmente surta el beneficio esperado.
Si el estrés causa que estés ansioso, tenso y preocupado, considera practicar meditación. Dedicar, aunque solo sea unos minutos a la meditación, puede ayudar a recuperar tu calma y paz interior.
En este artículo, quiero compartirles lo que considero, (por experiencia propia y de mis alumnos) ha dado los mejores resultados antes de un trabajo de meditación. Recuerda que cualquier persona puede meditar. Es una actividad simple y económica, que no requiere ningún equipo especial.
Antes de meditar
1. Aséate
Si te das cuenta de que cuando meditas entras en contacto contigo mismo, sentirás el deseo natural de estar muy limpio. Es muy recomendable darse un buen baño antes de meditar. Pero no termines la limpieza con el cuerpo físico, limpia también tus emociones y tu mente. Es fácil. Lo puedes hacer con la ayuda de los elementos. Si cuando te duchas bendices el agua y le pides que de la misma manera que limpia tu cuerpo, limpie y purifique tu cuerpo emocional, verás, que al salir del baño, quedas sintiéndote muy liviano. Puedes inclusive, con el poder de tu imaginación, visualizar el agua como si estuviera cargada con partículas de luz multicolor.
Luego, ve cómo están tus pensamientos. Si puedes exponerte a una brisa, pídele al viento que limpie tu mente e imagínate que ese viento arranca de ti todo pensamiento negativo. Si no puedes exponerte a una brisa, simplemente imagínatela y pinta la brisa de luz blanca.
Es muy probable que, debido al ritmo de la vida moderna, no puedas ducharte, ya sea porque vas a meditar en el tiempo libre, en tu trabajo, en el autobús, o en algún otro lugar que no es tu casa. No te limites por ello, simplemente imagínate que te estás duchando y les pides a los seres de luz que te limpien y purifiquen.
2. Busca el lugar apropiado
En tu casa debes tener un lugar, aunque sea muy pequeñito, que lo dediques a tu meditación. Será tu rinconcito de luz. Lo limpias muy bien y les pides a los seres de luz que mantengan ese lugar consagrado a tu Ser Superior. Puedes poner plantas o flores, pero que sean naturales. El plástico no tiene la vibración de una planta viva y, por lo tanto, no atrae a los seres de luz. Este lugar se irá llenando de la sustancia etérica de tus pensamientos y sentimientos y así irás creando, en el mundo invisible, un camino de fácil acceso a la esfera de tu alma, Notarás, a medida que pase el tiempo, que cuando meditas en ese lugar, se te hace más fácil acceder a tu mundo interno. En los hogares, estos lugares se convierten en una bendición para sus habitantes.
La meditación también podría ser útil si tienes afecciones médicas, especialmente las que empeoran con el estrés.
3. Respira cómodamente
Antes de empezar tu meditación, observa tu respiración. No le quieras imponer un ritmo específico, simplemente respira cómodamente, pero tratando que sea de una manera profunda y natural. Ten presente que la respiración, unida a ideas luminosas, aporta beneficios incalculables para la vida intelectual, emocional y física.
No permitas que la idea de meditar "correctamente" aumente tu estrés.
4. Usa ropa cómoda
Es muy difícil meditar cuando te aprieta la ropa, por lo tanto, suéltate todo lo que te aprieta. Es preferible utilizar tela de alguna fibra natural, como lo es el algodón, el lino o la seda. Estas recomendaciones son, simplemente, para ayudarte a que la meditación sea más fácil, pero de ninguna manera son imprescindibles. Puedes meditar con cualquier tipo de ropa. Son muchos los que prefieren meditar vestidos de blanco. Es cuestión de preferencias.
5. Ubícate en una posición adecuada
No te acuestes porque te vas a quedar dormido. La mejor posición es sentado cómodamente en una silla con la espalda derecha y la cabeza con el mentón ligeramente inclinado hacia adelante. Si puedes sentarte en el piso sobre un cojín, con las piernas cruzadas, en la posición de loto o medio loto, es muy recomendable, pero para la mayoría de nosotros resulta muy incómodo. No se puede meditar si estás incómodo, si te duele una rodilla o se te durmió la pierna. Por lo tanto, la clave aquí es la comodidad, de manera que tu cuerpo físico no te moleste durante la meditación.
No juzgues tu habilidad para meditar, ya que esto puede aumentar tu estrés. La meditación lleva práctica.
6. No comas antes de meditar
Es más difícil meditar cuando estás haciendo la digestión, en consecuencia trata de meditar antes de comer, o esperar por lo menos dos horas después de haber comido. Y muy importante, no medites cuando has ingerido alcohol. Es muy dañino y peligroso.
7. Usa solo perfumes suaves y naturales
Si te gusta perfumarte, puedes usar aceites esenciales, ya sean de rosas, eucalipto, jazmín o cualquier otro aroma suave, pero ten cuidado con los perfumes muy fuertes porque pueden estimular los centros inferiores y producir resultados distintos a los que estás buscando.
8. Medita preferiblemente en la mañana
Antes de la salida del sol. Para los madrugadores, el beneficio es muy grande. A esa hora la atmósfera está menos cargada de corrientes de pensamientos y el prana es más abundante. El mediodía también es muy bueno, pero se puede meditar a cualquier hora, aunque es mejor meditar de día que de noche.
9. Antes de meditar no tengas relaciones sexuales
Permite que pasen por lo menos seis a ocho horas. Tu cuerpo no está en condiciones de desgastar más energía y como la meditación te exige una energía que no tienes disponible, puede ocasionarte trastornos.
Para entender la meditación
La meditación se ha practicado por miles de años. Originalmente, el propósito de la meditación era la de ayudar a profundizar la comprensión de lo sagrado y las fuerzas místicas en la vida. En la actualidad, la meditación comúnmente se usa para relajamiento y reducción del estrés.
Está considerada un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo. La mayoría de las veces, la meditación produce un estado de relajamiento muy profundo para luego mantener una mente tranquila.
Durante la meditación, concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés. Este proceso puede resultar en un realce del bienestar físico y emocional.