Las casas de la Carta Natal vistas en astrología esotérica

El descenso y la re-ascensión del alma no puede separarse de los signos zodiacales. Y parece ser más conforme con la realidad el creer en una misteriosa simpatía entre el alma metafísica y las brillantes constelaciones, y en la influencia de las estrellas sobre el alma, que en la absurda idea de que los creadores del Cielo y de la Tierra colocaron en el Cielo los tipos de las doce tribus judías.

En Astrología Esotérica, el Zodíaco es la línea que delimita la esfera de influencia de la Tierra, y la galena de pinturas de lo que se conoce como luz astral (la sutil forma de existencia que se encuentra en la base de nuestro universo material).

En esta luz astral está representada pictóricamente toda la historia del mundo, desde el comienzo hasta el fin de su ciclo. Y el Zodíaco es la síntesis de la sustancia del mundo en la que se conserva como memoria eterna el registro de todos los acontecimientos pasados, presentes y futuros. Es el libro de la vida que se lee en el Día del Juicio. El Zodíaco Esotérico es, pues, una placa sensible que forma un eslabón entre los lados subjetivo y objetivo de la Naturaleza, enlazando el Cielo y la Tierra, o espíritu y materia.

Hoy analizaremos de forma sencilla las casas desde la perspectiva de las enseñanzas de la Sabiduría Antigua. Esto requiere alguna explicación de la terminología esotérica utilizada y la perspectiva necesaria que se debe tomar. Entonces será posible mirar más profundamente en los diversos niveles y actividades de conciencia disponibles para una voluntad individual centrada en el alma.

“El Astrólogo Esotérico considera que toda expresión de vida procede de una sola fuente central y primaria, y por lo tanto busca comprender el asunto desde el punto de vista del uno que fluye hacia los muchos”.

Alan Leo - Astrología Esotérica

Aunque el Zodíaco es el abecé del astrólogo (del que él obtiene las palabras de poder para interpretar su simbolismo astrológico), es un círculo de misterio más profundo que los planetas.

La importancia vital del Zodíaco hace tiempo que ha sido establecida y su naturaleza ha sido revelada hasta el punto de que ya no cabe la menor duda en cuanto a la influencia que ejerce sobre la vida y el destino humano. Se dice, sin embargo, que la llave para abrir los misterios del Zodíaco debe dar la vuelta siete veces, y la verdad de esta afirmación es evidente cuando sabemos que cada signo es una ideografía, un número, un color, una nota, etcétera. Y combinando el conjunto se representa un órgano perfecto de la Naturaleza.

Matemáticamente, el Zodíaco es uno en la plenitud de su círculo, pero en su naturaleza inherente es divisible. Es la matriz del universo en la que está colocado el germen de la sustancia eterna y de la que nacen todas las formas y figuras, conteniendo cada carácter dentro de ella una cualidad esencial del signo de su nacimiento.

En la astrología centrada en el alma tenemos otro factor cuatridimensional: el 'Nivel':

¿qué nivel de conciencia es la expresión de este aspecto particular de la fuerza vital de una persona?

La respuesta a esta faceta particular de la astrología esotérica es quizás la más difícil de determinar y no es fácil de tratar de manera informal e intelectual.

La determinación del nivel debe determinarse a través de la intuición del astrólogo, lo que lleva tiempo.

De hecho, sin intuición, no puede haber un sentido exacto de un nivel de conciencia. El desarrollo de este don intuitivo es una recompensa que el estudiante recibe de las Enseñanzas de la Sabiduría Antigua, pero requiere paciencia, constancia y dedicación. Se busca estructurar la mente inferior para que el estudiante tenga una base firme para el desarrollo continuo de su naturaleza intuitiva.

Es a través de los campos de actividad señalados por las casas del tema natal que la vida fuerza el encuentro del Yo Inferior y el Yo Superior, mezclados y a veces en conflicto en la presente encarnación.

Los significados de las casas son áreas fluídicas en la astrología centrada en el alma.

El significado tradicional de las casas sigue siendo el mismo. Es por eso que la mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestro tiempo lidiando con la naturaleza de la vida ordinaria: familia, trabajo, naturaleza emocional, aspiraciones creativas, salud, etc.

Los factores adicionales centrados en el alma se integran gradualmente en la vida de las personas a medida que los encontramos a lo largo del camino espiritual.

Aquellos que no están en un camino, que no están preocupados o conscientes de la vida del alma, nunca tendrán que lidiar con los factores adicionales presentes en este escrito. Esto será un alivio para algunos y una oportunidad perdida para otros. Quizás el enfoque más fácil de los aspectos esotéricos de las 12 casas es la comparación.

Primera Casa

Personalidad – Yo – Carácter

El ego (personalidad, yo inferior) está fuertemente conectado con tu apariencia y la naturaleza de sus efectos en relación con la aceptación, el entorno inmediato (esto es más obvio cuando Aries, Leo o Sagitario están en el ascendente).

El alma no es el cuerpo, el cuerpo es una extensión del alma. Cuando la conciencia está alineada, el individuo se relaciona con el medio ambiente de adentro hacia afuera y ya no se ve a sí mismo como una víctima (o depredador) del medio ambiente.

Las cualidades tipo rayo del alma y la personalidad se mezclan y esto, más que la ropa que uno usa, o la belleza de un cuerpo, se convierte en la naturaleza del efecto que uno tiene en el mundo de las apariencias. Los centros de la cabeza irradian conciencia y el entorno se ilumina con esta clase especial de amor (expresión de rayo).

Segunda Casa

Beneficio – Independencia Material

El dinero y nuestros recursos financieros son los vehículos de intercambio en la expresión de nuestro sentido de autoestima (y la forma en que generalmente somos valorados) en la cultura occidental y especialmente en la estadounidense.

Prana (sánscrito: प्राण, aliento de vida) es la vitalidad de la fuerza vital contenida en el Sol. Es la fuente de toda forma y de toda riqueza. La personalidad tiende a identificarse con la forma; el Alma, con Prana.¹

Cuanto más depende nuestro sentido de autoestima de la forma, más tememos su pérdida y más tenemos que perder. Centrarse en el alma mejora la capacidad de reunir dinero o cualquier forma de sustancia material en la materia, ya que nos identificamos mucho más con la energía ilimitada del Sol. Es entonces cuando la forma pierde el control de la conciencia y nuestra conciencia gana control sobre la forma. El resultado es libertad y grandes posibilidades de abundancia en todos los niveles.

1 Prana es un concepto central en Ayurveda y Yoga, donde se cree que fluye a través de una red de finos canales sutiles llamados nadis. Prana se ha expuesto en los Upanishads, donde es parte del reino físico mundano, sustentando el cuerpo y la madre del pensamiento y, por lo tanto, también de la mente. Prana impregna todas las formas de vida, pero no es en sí mismo el alma o el Atman individual.

Tercera Casa

Hermanos – Inteligencia Concreta

La personalidad es a menudo el sirviente de la mente inferior. Obedece a sus pensamientos y no tiene idea de qué crea estos pensamientos.

Tales pensamientos e ideas son a menudo programas mentales heredados de la familia y la sociedad en la que está inserta la persona. No son individualizados, simplemente los repetimos a nuestra manera particular, dependiendo de nuestro estado psicológico y nivel de inteligencia.

Desde la perspectiva del alma, la tercera casa es la materia mental a partir de la cual podemos crear los pensamientos que usamos para comunicar nuestra intención creativa y el propósito del alma.

Nuestros viajes son interpretados por la personalidad como experiencias que colman o inhiben el cumplimiento de los deseos personales. A nivel del alma, cada experiencia es una lección sobre el uso correcto de la energía.

A medida que el alma aumenta su control sobre la mente, nuestros pequeños viajes se vuelven más significativos a medida que vemos un camino lógico para que la luz se despliegue ante nosotros. En el camino nos encontramos con nuestros hermanos del alma que nos escuchan y nos ayudan, así como nosotros los escuchamos y los ayudamos.

Cuarta Casa

Herencia – El Padre

La personalidad está totalmente formada por las influencias de los primeros siete años de vida. Estos factores (principalmente la relación con la madre) condicionan en gran escala los factores comportamentales de la vida. Junto con ello está la herencia, la dinámica biológica que se encuentra en nuestros genes y cromosomas.

En la medida en que, consciente o inconscientemente, nos identifiquemos con estos factores como la suma total de nuestro ser, nunca seremos libres de individualizar nuestra naturaleza como co-creadores conscientes.

En términos del alma, la cuarta casa conecta al individuo con el Principio Madre de la vida. Estamos entonces unidos por un “cordón umbilical de conciencia” a la familia del hombre.

No vemos separación entre razas, no tenemos prejuicios tribales, no tememos la falta de alimento personal, no tenemos sentido de rechazo. Nos dirigimos a la Madre, Anima mundi (ψυχή τοῦ παντός) (El Alma del Mundo). Es la casa del Maestro. Una vez que nos sentimos seguros y protegidos, anclados en los cimientos del Amor de la Madre, podemos continuar nuestro camino de autorrealización e individualización.

Quinta Casa

Los Niños – Las Producciones

La voluntad de la personalidad está más preocupada por proteger y expresar lo más cercano a nosotros: nuestros hijos (a quienes a menudo vemos como una extensión de nosotros mismos), nuestras emociones (en términos de satisfacer una necesidad romántica) y nuestros talentos.

Interpretamos el amor de acuerdo con estos apegos. El alma ve la creatividad como una expresión de la voluntad de servir. El alma experimenta el amor como padres a todos los hijos del mundo.

El alma se involucra en actividades en las que trabaja para refinar el aspecto voluntad de nuestro ser como una extensión del propósito del alma.

Sexta Casa

Salud – Clase de Trabajo

Desde un punto de vista esotérico, la sexta casa nos lleva a aquellas experiencias que ayudan a crear una sensación de plenitud tanto para uno mismo como para el mundo que lo rodea. Es el alma la que crea aquellas organizaciones que ayudan y protegen el medio ambiente, sus minerales, plantas y animales. Es el alma que busca adquirir técnicas, procesos y habilidades a favor de unificar a los seres inferiores y superiores.

El trabajo que hemos dejado de hacer como “mi trabajo” para convertirnos en “mi parte en el Trabajo” que ha servido a la humanidad como meta, reduciendo el sentido de separación (y la violencia que genera) de las actividades hacia sí mismo. Entonces estamos en posición de servir al Yo Superior.

Séptima Casa

Asociaciones – Matrimonio

El habitante del umbral consiste en toda ilusión, espejismo y maya que crea la guerra dentro de nosotros. En psicología es la “sombra”, el “no-yo” y el “otro” (generalmente el reflejo de nosotros mismos que vemos en la pareja). El deseo idealizado de Libra y la séptima casa del tema común es encontrar un alma gemela. Este es muy a menudo el socio de la personalidad para realizarnos a nosotros mismos a través de la relación.

Desde la perspectiva del alma, es la unión del yo inferior y el yo superior lo que crea el verdadero matrimonio. Lo que percibimos como nuestro “enemigo” es simplemente un aspecto de nuestra propia naturaleza que aún no ha sido redimido por el amor y aceptado como parte integral de nosotros mismos.

En el trabajo espiritual, el alma gemela es una realidad que se encuentra más fácilmente en conexión con nuestro grupo de colaboradores y una expresión impersonal de amor mucho más que personal. El signo en la cúspide de la séptima casa revela mucho de nuestra sombra como alma gemela.

Octava Casa

Los Legados – Muerte

El Camino del Discípulo es el camino de la transformación y la regeneración. Requiere la reorientación de los deseos personales hacia la realización de los “deseos” del alma. El alma desea conciencia y requiere una cualidad creciente de inclusión en el amor. De esta manera, la emoción, la pasión y la sexualidad a nivel personal deben transmutarse en intuición, compasión y unión. ¡No es una tarea fácil! Es siempre a través de Escorpio y de la casa ocho que se producen las pruebas y los test de personalidad más importantes y complejos.

Una de las recompensas de todo este intenso esfuerzo es darse cuenta de que la muerte no existe. La vida es inmortal y la inmortalidad es percibida por el individuo centrado en el alma como amor incondicional. Otro gran regalo obtenido al recorrer el camino es la libertad de los deseos personales y el apego a la forma.

Así, la vida transcurre sin las presiones de las necesidades emocionales (satisfechas o no) y las inseguridades que surgen del miedo a la pérdida. La octava casa en el tema natal centrado en el alma revela cómo el individuo enfrenta estas pruebas de transformación.

Novena Casa

Espiritualidad – Inteligencia Abstracta

La personalidad tiende a creer que sólo su religión y su vida filosófica contienen la verdad. Las guerras religiosas siempre se libran a nivel de personalidad, a menudo dirigidas por fanáticos rabiosos que matan a otros en nombre de su dios. El alma no tiene divisiones espirituales o filosóficas. El individuo centrado en el alma ve el mundo unido por la Ley Cósmica.

Los discípulos con una novena casa fuerte suelen participar en el establecimiento de métodos de educación que aborden la síntesis de todos los sistemas de creencias. En términos de viaje, el Camino es el viaje más largo que podemos hacer, ya que nos lleva a todas partes y nunca termina.

Décima Casa

Honores – La Madre

La personalidad busca establecerse en el mundo a través de sus atribuciones profesionales. Ella encuentra estatus y posición, propósito y dirección en la vida en este camino. Nuestra vida (extra)ordinaria requiere que adquiramos un cierto grado de responsabilidad social: pagar impuestos, educar a los hijos, obedecer las leyes.

Somos recompensados ​​cuando lo hacemos mediante seguridad y aprobación social, y somos castigados si no lo hacemos mediante ostracismo social o pérdida de estima.

La persona centrada en el alma busca establecer un “campo de servicio” como meta profesional. De esta manera, uno puede satisfacer las necesidades de la alta autoridad y al mismo tiempo servir a los demás. El estatus se mide por el nivel de conciencia (amor) alcanzado y culmina en la iniciación espiritual.

Onceava Casa

Preferencias – Amigos

Los deseos y esperanzas de la personalidad se generan básicamente para el cumplimiento de los deseos personales. Están condicionados por un sentido de identificación con una sociedad particular y sus ideales y valores colectivos. El individuo se siente atraído por los amigos con los que comparte estos objetivos y con los que tiene una raíz social común.

El individuo centrado en el alma es aquel que se siente naturalmente atraído por las energías expresadas por las almas de otras personas.

Las apariencias físicas, las aflicciones sociales, la clase económica significan poco o nada. Buscar una orientación de servicio común. La necesidad de amistad está condicionada por la necesidad de expresar tu parte individual en el Plan del Camino.

Las aspiraciones y visiones conducen a una mayor inclusión y varios métodos de compartir doctrinas y valores de vida universal que se aplican a todas las sociedades, en todas partes. La undécima casa en la carta centrada en el alma habla entonces de la naturaleza de los compañeros a lo largo del Camino.

Duodécima Casa

Aislamiento – Los Enemigos Ocultos

La duodécima casa es una parte fascinante de la carta natal. Contiene una dualidad muy especial y un poder sobre nuestras vidas mayor del que puedas imaginar. Es a través de las condiciones de la duodécima casa que la personalidad permanece anclada en el pasado. Es el hogar del karma no redimido, situaciones energéticas que crean patrones de actividad que no son propicios para avanzar en la vida.

Son estos patrones o bloqueos los que se manifiestan como “enemigos ocultos”. Tanto para la personalidad como para el alma, la duodécima casa es rica en recursos, siempre que se sepa cómo desbloquearlos. La “clave” de esta parte del horóscopo, como todo lo demás en la vida, es la conciencia (el amor).

Una vez que el alma abre la puerta de la duodécima casa, el individuo se vuelve consciente del karma de vidas pasadas, así como del camino del servicio necesario tanto para el perdón propio como para la autorrealización.