Este artículo me va a servir un poco para hacer un parón en mi momento presente y recordar cómo ha transcurrido todo este tiempo desde que empecé a transformar mi vida hasta desembocar en el mundo del coaching.
El estudio y el interés por el coaching no empezó ni fue transcurriendo de acuerdo a los cánones clásicos de enseñanza, un profesor/a que te va orientando y te va diciendo qué tienes que «hacer» para saber cómo manejarte en las situaciones con el cliente. Más bien fue un proceso natural que la propia vida me fue llevando sin apenas darme cuenta. La vida misma, el universo, mis guías... han sido mi verdadero profesor. Durante esta enseñanza, que se ha alargado durante 7 años y que aún sigue vigente, ha sido cuando he realizado la certificación oficial y obtenido el título correspondiente como Experto en Coaching e Inteligencia emocional. Pero mis conocimientos y habilidades sobre el coaching vienen más por la superación de experiencias personales, traumas, miedos y la conexión con una intuición que me sirve de guía constante, que por la puesta en práctica de unas teorías, algunas de ellas de gran ayuda, expuestas en unos libros.
Todo comenzó cuando en cierto punto de mi vida, con el transcurso de los años, la sensación de fracaso en mi anterior carrera profesional alcanzó un nivel tan elevado que me llevó a esta reflexión: «No es posible que la vida sea un sufrir continuo, una sucesión de obstáculos imparable. No tiene sentido, no me lo creo, no puede ser. Si los hechos que te acontecen en la vida dependen de tu pensamiento, de tu nivel de creencias, ¿qué estaré haciendo mal que parece que todo sea un cúmulo de obstáculos sin fin?»
Esta pregunta resultó ser mágica, porque a partir de entonces la vida me llevó por un viaje hacia la búsqueda del porqué. En los momentos más inesperados iban apareciendo libros, vídeos, conferencias, charlas, etc. Estos hechos poco a poco iban cumpliendo su labor, la de ir abriéndome la mente hacia nuevas perspectivas con las que ver la vida. Hasta que una de esas apariciones necesarias fue la llegada de Un curso de milagros (UCDM).
UCDM nos enseña varias cosas, muchas cosas. Formamos parte de un todo, que está en relación con todo lo que existe, todo lo que es, que somos uno en nuestro ser aunque distintos en su expresión. No podemos separar el cuerpo de nuestra parte mental y emocional. Hay un error de base en la enseñanza tradicional, derivando en una creencia colectiva, de que podemos tratar al cuerpo independientemente de nuestro ser y nuestra mente. Curiosamente hace unos 5.000 años (sobre el 3.200 a.C.) que el ser humano ya se dio cuenta que la base de la evolución y el crecimiento humano se basaba en el equilibrio de tres pilares básicos: mente, cuerpo y espíritu. Era el llamado triskele o trisquel que ha llegado a nuestro país a través de la cultura celta. Hoy en día, depende de en qué círculos te muevas, decir esto puede sonar como esotérico, pseudociencia o como no creíble o asumible. O bien, se conoce pero no se acepta, porque está alejado de los cánones de pensamiento predominantes. ¿Por qué negar que no sólo somos un cuerpo?, ¿por qué no unir las capacidades de la mente con las del cuerpo?, ¿por qué no atender a nuestro ser y buscar quiénes somos realmente? Sólo así podremos empezar a entender un poco cómo funcionan las cosas, qué hacemos aquí.
La naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos para vivir y desarrollarnos, pues somos la expresión de ella misma, del todo, de la unidad.
No podemos excluir en la enseñanza la parte mental de la parte emocional y espiritual. Con la parte espiritual no me refiero a que haya que formar parte de algún grupo religioso, filosófico, esotérico o cultural determinado, sino a ser conscientes de que somos parte activa de este mundo, de la naturaleza, y que actuamos en relación a todo, que todos formamos parte de lo mismo. La naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos para vivir y desarrollarnos, pues somos la expresión de ella misma, del todo, de la unidad.
Hoy en día hay muchos recursos al alcance de la mano, vía libros, internet, etc. para empezar a abrir la mente y empezar a plantearse "quién soy" realmente. Habrá muchos miedos al cambio, a tener una visión diferente de la vida. La mente/ego luchará para que no cambies la percepción del mundo, la programación que hay en ti, tu autoconcepto..., pero una vez inicias el camino, ya no hay vuelta atrás.
Después de despertar a todo este conocimiento, fui consciente de la ayuda que podía aportar a los demás, de la ayuda para despertar y arrojar luz a aquellas personas que ahora se encontraran en una situación de dudas, de oscuridad. La vida me fue guiando poco a poco a ello, primero sanándome a mí mismo a través de la superación de miedos propios, miedos del entorno, creencias limitantes, etc. para luego poder sanar a los demás. Solo así veía sentido a toda la labor de despertar, a todo el camino recorrido durante 7 años, llegando a apartarme de este mundo para ahora volver a él.
En tu nuevo caminar vivirás por ti mismo que para cambiar has de dejar marchar lo antiguo. Solo así podrás abrazar lo nuevo. Todas las respuestas están dentro de ti. Es un camino individual pero que no realizarás solo/a. Si pides ayuda se te dará. Y por ese aspecto de individualidad en el proceso, de viaje único y personal, yo no soy partidario de explicar a través de frases del tipo «3 claves para el éxito» el camino para realizar un verdadero cambio en tu vida. Pide, pregunta y empieza a escuchar las respuestas. No las recibirás de una manera directa, sino a través de tus experiencias diarias, de tu intuición, a través de las voces de las personas que están a tu alrededor. Apóyate en alguien que te ayude a abrir tu mente, ya sea un psicólogo, un terapeuta o un coach. Yo empecé así. Te ayudará a emprender el camino y a conocerte a ti mismo. Una vez emprendido, con dedicación y foco, podrás seguir el camino por ti mismo/a. Verás que, a través de la inquietud repentina por la búsqueda de ciertos temas, a través de la «casual» aparición de libros, videos, personas, etc. que se cruzarán por tu vida, hallarás las respuestas que necesitas escuchar y que irán formando parte de tu nuevo caminar.